viernes, 20 de marzo de 2009

Un diamante gris

Que tu seriedad camufle tu inmadurez y que tus ojos canelas den sabor a tu cuerpo; que tu vida sea un deseo lleno de pasión y tu alma un refugio de momentos dominados por el Amor; que tus necesidades se conviertan en oportunidades y tus sueños en caminos llenos de piedras y rosas por doquier; que mi vida sea un pedazo de la tuya y mi corazón el baúl de tus recuerdos…

Pequeñas fueron las noches en las que mis pasos eran tus dudas… Sin cansancio y afanosos por contar una experiencia loca de más, caminábamos sin miedo en medio de la oscuridad de un conocido barrio y aunque tus pasos significaron parte de mi orgullo, sé que se necesitaba más de treinta minutos para robarte un beso. Quería sostener disimuladamente tu mano y sentir si esta nueva oportunidad de vida estaría ahí a tu lado, pero tus complejos de niña adolescente me rechazaban.

Quería robarte el consejo que vive escondido dentro de la humildad y completar la época de mi vida que no supe vivir con artilugios; quería ser tu sombra en la desértica definición de ser joven y una neurona en el momento de plantearla. Quería ser un problema en tu vida, para que tú luches por ser la solución; ser un poeta que con el tiempo rima tu belleza y mi encendida pasión.

Pero que pena que las inconcientes emociones traicionen a mis palabras… Después de todo; vi rodar un diamante gris por tus mejillas, sintiendo que el mismo infierno estaba a un costado mío y aunque me quisieron ayudar desde tu paraíso; los propios dioses que me enviaron a quererte, pues ellos mismos ahora pugnan por no tenerte.

Y aunque tus pensamientos se encuentren muy distraídos o tu cuerpo sienta quizás el cosquilleo de una nueva emoción y no vuelva a escuchar tus palabras; recuerda que ese mismo diamante que recogí de tan hermoso momento, aún pide tenerte al lado mío…

Que tu vida y la mía sean como lagrimas que roden sin cesar, no sé cuanto tiempo demoremos en secar o cuantos rastros dejaremos al caminar; pero si sé que en esta vida en algún mar nos hemos de juntar.

A Liseth.
Dueña del diamante gris de mi vida.

sábado, 14 de marzo de 2009

¿Quien?

Mi vida es el suspiro de una mujer enamorada que se encierra en la habitación de la soledad a pintar el reflejo de una felicidad pérdida; mi cuerpo un retaso de historia que las manos de mi destino acariciaron con espinas de aquella rosa, que con dulces momentos me traicionó; mi alma un telón gris que suplica ser bordado con los hilos de una nueva belleza y planchado con el molde de su cuerpo…

Quien puede romper el código que yace escrito en cada gesto que tus novatos actos decoran el reflejo de mis ojos; quien puede susurrar a tus oídos el silencio de andar sola en el mundo de los enamorados, buscando pretextos en sentimientos extraños nacidos del dolor; quien puede tocar tu faz interna y desdoblar todas aquellas cicatrices que dejaron los besos traicioneros en cada oportunidad que quisiste ser amada; quien puede darme el secreto que llevas escondido en cada sonrisa que con miedo juzga no apagarse otra vez; es que acaso se necesita de las palabras de un amor efímero o de las caricias del pasado para sentir las benditas respuestas otra vez!…

Ya no se cuanto tiempo más, andaré buscando la piedad y el consuelo de esta calumniada vida; no se cuantos caramelos más de alcohol, endulzaran el santo recuerdo de aquellos días ahumados en donde me robabas a la soledad… Cantaré miles de versos al cielo, producto de la pasión que culpaba a tu persona; lloraré miles de gotas en el infierno, queriendo apagar el fuego de una distancia acomplejada; soñare innumerables días en el paraíso que encontré en tus ojos y dormiré en tu mejilla para apoyar cada lagrima que el Amor causó en mi nombre.
Quisiera que duermas en mi pensamiento y que sueñes con mis recuerdos, repares lo que el tiempo ah temido y suspires por lo que hemos vivido…