domingo, 5 de abril de 2009

Discurso a la Vida

Cierto día, dos niños estaban jugando sobre un lago congelado. Mientras la alegría y la emoción los envolvía, el atardecer ya avisa su retorno con vientos fríos y nubes oscuras. En uno de esos momentos el hielo se rompe y uno de los niños cae al lago, ahogándose debajo de estas grandes capas de hielo. Al ver el otro niño que su amigo se estaba ahogando, este decide coger una piedra y golpear el hielo hasta romperlo para así poder salvar a su amigo.
Minutos después de que el niño salva a su amigo, llegan los bomberos y con cara de asombro estos se preguntan entre si: ¿Cómo lo hizo? – Si las capas de hielo son tan gruesas y el niño tiene manos pequeñas y ni la roca más fuerte hubiera podido romper el hielo.

En eso, un anciano se asomó y dijo: ¡Yo sé como lo hizo! Los bomberos inquietos ante sus palabras le pidieron que les explicara como. En eso el anciano respondió: ES QUE NO HUBO NADIE A SU ALREDEDOR QUE LE DIJERA QUE NO PODIA HACERLO.
Anécdota de Albert Einstein.

La vida es un mar con un horizonte limitado, es la ilusión de un vaso con agua en un infernal desierto, es el último suspiro a trabajar, es la piedra que llega hasta donde el destino la lanza, es la sonrisa de un vagabundo que recibió un sencillo, es la carpeta vacía de tu costado, es la luz que se refleja cuando miras a lo infinito, es la necesidad hecha oportunidad después de lanzar el dado…

Nadie podrá callar los primeros gritos de los miles de experimentos humanos que emergen día a día, producto de una buena decisión o de un tropiezo voluntario. Como algún día dijo Manuel Gonzales Prada: “Desde el instante de nacer, soñamos…”… ¿Quién tuvo la molestia de contar las caídas que muchas veces tuviste para poder caminar?... ¡Es que acaso fueron tus padres!, que en cuanto te veían boca abajo, disimulaban con agrado la molestia que llevaban dentro y nunca analizaron que por naturaleza tú te debías superar.

Personas con miedo al futuro, con pasión a la oscuridad, con resentimiento al amor, con orgullo ante los errores, con virtudes estúpidas y defectos impresionantes, con palabras mudas pero consejeras, con sentimientos extraños, con emociones ahumadas o con penas en un paraíso, son las que día a día hacen de la propia VIDA una hermosa parodia que recordar y contar. Todas las personas del mundo, soñamos y no por ser superior en lo económico o físico significa que estamos más propensos a realizar nuestros sueños.

Es mejor llorar sacrificio y aspiración, a que disfrutar de un mundo de utopías y ambición.
Todo en la vida empieza con un sueño. Hasta la propia vida es un sueño, un gran sueño que cargara muchos sueños más, haciendo de la persona un ser omnipotente y poderoso ante los huecos que los sueños frustrados nos dejaron como herencia.

Es que la vida es el rincón de la casa que nunca pudiste barrer y por cada vez que lo intentes, algún truco nuevo encontraras para poder hacerlo bien. Se necesita ser exploradores de ideas y sustentadores de pensamientos para poder sobrevivir. Desde el matemático más certero hasta el escritor más romántico, siempre se necesitará de un impulso para gozar de esta vida, es cual es soñar.

Quizás estas palabras sean un sello invisible en el forma de pensar de cada joven, pero la esperanza sujetada a la mano al tiempo sé que reformara un nuevo día por conocer. Si la gente se arregla todos los días el cabello antes de salir a la calle, por que mejor no se arregla el cerebro y el espíritu antes de vivir esta vida.

viernes, 3 de abril de 2009

Diario de Momentos

…de pronto en el cielo se dibujó la esencia de un amor herido…

¿En quién cabe recordar los infiernos vividos de lágrimas azufre que alguna vez sangró el corazón?... ¿Qué sabe mi pluma y qué mi papel de las noches que en eterno suspiro a tu querer elevé?...

Qué verdad más sincera que la que habla un corazón enamorado, que palpita mil veces gritando tu nombre y mil iguales gritando… ¡ESTOY AQUÍ…AMÁNDOTE SIN DESTINO COMO TE AMÉ CUANDO ESTABA AHÍ, CONTIGO!…

…La vida jamás escribió destino tan cruel a un corazón, como le escribió al mío, que en cada cicatriz lleva el incandescente sello de todas mis caídas, y ahora, punzante está la más grande y dolorosa herida abierta a tu sentir.

Nunca pensé que vivir sería soportar tanto silencio, nunca pensé que amar sería llevar en el corazón tanto infierno, nunca pensé que pensarte me desgarraría el alma, nunca pensé que de mi amor herido y de tu necesidad de amor nacería el más preciado y sublime “Diario de Momentos”.

…y en el infierno se alzó serenata al olvido…
Cuando de tan joven se conoce el amor y se lucha contra todo el mundo por conservarlo resulta muy traumático entender porque siempre acaba yéndose todo al olvido de un día para otro. Tantas veces reímos como uno ante tantos pesares, tantas veces lloramos un solo mar por todas nuestras alegrías, cuantas batallas, cuantas caídas, cuantos dolores y cuantos momentos.

Qué feliz es el mundo cuando todo cabe en dos corazones que de la mano inventan la alegría, cuán rápido gira el tiempo con tanto cariño y cuan dolorosas y largas las noches lejos de quien nuestra vida cambia.

Pero al final todo acaba, bien es cierto que la vida no escribe en línea recta y al final todo está mal… ¡todo está mal!...

…“Y vivieron felices por siempre”…que ingenioso final para tan amarga realidad, nada es dorado paraíso ni oscuro abismo, quizá en la combinación este el gusto, pero que lejos se siente la vida cuando llega el final de nuestro tan luchado amor…”hoy que te siento tan lejos, rezaré por ti todas las noches con lagrimas de mil te quieros.”

“Diario de Momentos”, una vida que se encontró con la alegría de miedo bajo las piedras del olvido, levantándola y limpiándola un poco, le concedió una sonrisa; una vida que de mano de la alegría conoció tantos dulces y agrios momentos, viviendo pesares y suspiros; una vida que con heridas en el alma sigue su camino con la mirada en el horizonte; una vida que después de tanto sigue latiendo herida…ésta es…MI VIDA…

Escrito por Luis E. Briones Escobedo.