domingo, 7 de diciembre de 2008

Una sonrisa que necesite

La verdad no recuerdo cuantas fueron las sombras que nos rodearon cuando te dije: ¡Hola!... Y aun peor no recuerdo cuales fueron los estigmas que nos marcaron para podernos conocer; quisiera imaginar que te conozco desde hace mucho pero se que con el poco tiempo que te vi sonreír, aprendí que mi necesidad a tu lado tan solo necesito de un suspiro para complementarse. Creo que mi vida a tu lado no pasó de solo ser un simple consejo y aunque yo decida ser un paradigma, creo que aun así necesitare mas cemento para no quitar los pies de la tierra y no hacerme falsas ilusiones.

Veo que alrededor tuyo aun funciona un parque de diversiones que quizás el tiempo ira clausurando y aunque en este mundo no existan manzanas acarameladas o algodones con razón dulce, se que tus labios siempre estarán bañados de la esencia de un brillante sol pero que la vida nunca te la quitara. La verdad como me gustaría ser parte de tu mundo y quizás de ves en cuando ir de paseo al columpio que te vio nacer, caminar bajo radiantes astros y funestos días, navegar en inmensos mares de felicidad y rechazar torpes momentos de culpas adolescentes; pero espero que mis pensamientos negativos no estén justificados.

Bueno, tan solo espero que después de esta atrevida narración, tu pensamiento no se trunque y que tus sueños aun peor y me dejes de lado, quiero que mires siempre con claridad al lugar a donde apuntaste en esta vida y que no pierdas las esperanzas que alguna vez, debatimos… Recuerda que yo seré siempre el bastón que alguna vez necesitaras o el hombro que secara tus lágrimas, pero no dudes en meditarme.

A Rocío
Una sonrisa que necesite.

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