miércoles, 9 de mayo de 2012

Así fue


“He vivido la mejor historia de mi vida, al lado de la mejor persona del mundo. Era una noche donde la soledad siempre hizo de mis pasos, la costumbre de un vagabundo en busca de respuestas, no cabía en mi pensamiento la oportunidad de volver a sentir, quizás el verdadero Amor; pero ahí estaba ella, desde que mis primeros besos como humano se iban quemando en una época de camisa blanca, pantalón gris y zapatos negros, siempre rodeada de tanta belleza, acompañada por personas que marcaron su vida, y yo ni en cuentos aparecía”

La vi a lo lejos, con el complejo y el miedo de no simpatizar ni con la mirada, con el corazón latiendo incertidumbre y con la emoción de conocer a un ángel. Fue una noche de palabras, un momento que me dijo que ella era, no una opción para volverme enamorar, si no una regalo eterno que me dio la vida. Pero quien iba a pensar que aquellos primeros pasos que se direccionaron hacia ella, iban a ser los que definirían el sentido de mi vida, o quizás la suela derecha de los suyos, aun sin respuestas sobre esto, digo que es lo grandioso de mantenerse con vida.

Siempre rodeando su espalda, sorprendiéndola con un beso y cogiendo su mano, decirle “Eres el Sinónimo y Antónimo de mi Vida”. Pequeña frase que atino a nuestras personalidades, a nuestros sueños, a nuestras propias vidas, y a diferenciarlas a cada minuto.

Es raro convivir con una persona, tener sus defectos y virtudes en tus manos y no poder manejarlos, es frustrante. Pero es lo más sincero que he recibido en mucho tiempo. Teníamos esas ideas locas de conquistar el mundo y tener una vida diferente en un país lejano, ideas repetidas quizás pero al fin al cabo, ideas de seres humanos con ganas de vivir.
Ciertamente los días, tienen 24 horas; de los cuales con ella vivía 25, aquella otra hora de mas era dedicada a aquellos besos de madrugada, abrazos que se extrañan y algún que otro pensamiento antagónico, pero el punto es que vivíamos mucho más de lo que pensábamos. Recuerdo claramente aquellos días, en donde dejarla no era una mala opción, me hubiese ahorrado muchos “discúlpame” o hasta mi psicología no se hubiese visto tan afectada con su rechazo, ese mismo que me enseño a quererme más como persona.

Su forma de enseñarme a disfrutar de mi mismo, era algo sutil y algo perversa a la vez, pero su intención era lo más importante. No es que quiera destacar que he sido una personas muy importante en su vida, pero yo le robado las mas “dulces” y balbuceadas palabras que puedan existir, por no decir que conmigo aprendió a ser más vulgar.
Su paciencia conmigo tenía un ligero límite, era experto en sacarle de sus casillas, pero aún más experto era en robarle una sonrisa de la nada, me sentía tranquilo sabiendo que las cosas estaban equilibradas, pero más contento por que aflora su sensibilidad.
Ahora, todo es distinto, de pronto la caja de pandora soltó un momento en que ambos, no digamos “adiós” a todo lo vivido, pero si un “volveré” por todo lo escrito; después de todo ponerle pausa a algunas cosas, suena interesante, lo confuso es cuando continuara.

“Ahora solo queda el sello de una inmejorable historia, donde viví, sufrí, llore y goce a cada palpitar todos los minutos a su lado. No tengo mas palabras para describir el vacio, solo gracias a los sentimientos que un día ella me dio”

Sinónimo y Antónimo de mi Vida

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