“Creo que los
suspiros ya están agotados, por ahora ya no manda el corazón, solo el recuerdo.
La vida me está diciendo que mientras más caiga en tu olvido, más fuerte seré;
pero como hacerle entender al Amor de tan fatal solución. Veo mis manos, y en
ellos el reflejo de una historia, las huellas de tus manos y las sombras de
algunos sueños perdidos, pero miro hacia atrás y no encuentro ni las huellas
que dejamos, solo un dramático silencio que inspira soledad”
Ya no quiero
sufrir, ¿sabes? He tomado muchas decisiones importantes en mi vida, hoy llore
como un niño y le susurre a mi almohada, la incertidumbre de este dolor;
pretendo gritar de nuevo este sentimiento y ya no caer más en error, entiendo
que tu vida se remonta a un paraíso de confusiones, y quizás mi nombre ni se
encuentra en él, pues yo sé que lo tengo en tu corazón. Así con el pensamiento
firme, busco encontrar un detalle en tu persona, un enigma que me diga, que
comencemos de nuevo; apostándole al destino, viviendo cada virtud y defecto,
soñar a cada beso y amar como si fuéramos niños.
Dime que soy
tu vida, y que me necesitas para respirar; tú eres mi mundo y te necesito para
vivir. Dame una razón más para no olvidarte, que mis pensamientos ya se
encuentran desviados; déjame ser parte de tu cambio, que de mi mano conseguirás
el Amor tan divino; por favor no hagas de mí una persona importante, has de mí
un compañero para siempre.
Te acompaño
a preguntarle a la psicología, si es que una enfermedad no se cura con Amor;
escuchemos si nos dicta un desierto que intente separar esta gran pasión, yo
también pase horas sentado al costado de un erudito que quiso cambiar mi
perspectiva, ciertamente lo consiguió; mas nunca solté tu mano. Si mis celos
son frecuentes, descuida, tengo una solución para ellos; quizás estos ya
tiemblen de temor porque irán a parar al menú de los recuerdos, pero por favor
no sueltes mi mano.
Hoy no es un
día como cualquier otro, nunca amaneció para mí, mis tardes fueron de color
noche y mis noches ya no tienen fin, solo por pensar en ti; pero que agradable
suena la vida entonces, porque pasaste a ser la lección que yo nunca aprendí.
Ahora dejo el corazón en pausa, mis pensamientos en reserva y mis sentimientos
puestos en ti; y le apuesto todo a una pregunta: ¿Por favor dime que quieres
seguir conmigo?
Digas lo que
digas, créeme ya aprendí!!!
Sinónimo y Antónimo de mi Vida.
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