“Estas noches
siempre serán eternas, noches donde uno puede hacer de las estrellas tu mirada,
de la intensa oscuridad tu seriedad, del viento todos tus suspiros, del
silencio una suave caricia a tu rostro y del recuerdo de tus besos, una canción
de madrugada. Son interminables estas noches cuando uno piensa en ti, porque al
formar rimas busco tu nombre, porque al cerrar los ojos me pierdo entre mis
sueños para encontrarte, porque mi pensamiento solo te imagina sonriente a cada
mañana, porque mi almohada me confiesa que si se ahoga es por el llanto, porque
mi cama ahora sufre el frio de tu ausencia y porque mi corazón de tanto latir
ya no deja a nadie dormir”
Puede que las
noches sean eternas e interminables cuando en mi corazón sujeto exista tu
reflejo, pero que hay de mis días cuando al tenerte al frente, tu pensamiento
me estaciona a diez metros de ti; si cuando rozo tu piel a cada descuido me
siento tan cerquita del paraíso; si cuando la huella de mis pasos aun se
mantienen como sombras de los tuyos, yo me siento tu zodiaco; si al robarte una
sonrisa, tú me robas el alma por la misma; si al intentar coger tu mano, activo
mis complejos de un perfecto ladrón, y al coger por frio tú la mía, yo me
siento un redentor.
Busco tus labios
o algún pretexto para besarte la frente, que me
digan con tal sonido que este enmuta, cuan importante es mi compañía cuando de
vivir se trata; que si entre los más sublime de tu cuerpo existen los más
deseosos recuerdos; que si puedo encontrar entre mis huellas aquel poema que te
enamore de verdad, o que si son mis palabras aquellos refranes que uno nunca
entiende, pero que nunca están de más.
Puede que aun te
sigas preguntando, que cosa es lo que vengo a buscar acá, o que es lo que
quieren mis versos de tu corazón, pero si al pasar de los días no te has dado
cuenta lo que busca mi mirada, solo dame la mano y señálame por donde escondo
la carcajada, que ahora renuevo intención, que por suerte no tengo ni por que
pedirle perdón. Mas si recuerda que la sombra de un sinónimo siempre te
estrecho la mano, y que los susurros de un antónimo nunca te dejaron sola, ya sé
que es cierto que no necesitas ni un “Hola”, pero a veces el destino es así de
enigmático para ponernos en un solo sentido.
“Ahora que los
días se agotan y las remembranzas se irán depositando en el baúl de la memoria,
solo queda velar por la historia y esperar a que con el tiempo algún libro nos desentierre…
Solo queda avivar cada uno de los momentos bellos, y hacer de nuestros días cada
moraleja, solo queda pensarte y seguir latiendo, y hacer de estos días algo más
de lo contrario a la tristeza… Y así solo queda amarte”
No hay comentarios:
Publicar un comentario