"En el corazón,
la tenue idea de tu indiferencia, ocasiona que un latido se retrase un segundo
más; que las locas ideas del mañana solo piensen en una abatida soledad que no
quiere despojarse de este cuerpo; que los suspiros solo sean simples murmullos
de un recuerdo del ayer; y que la locura tan solo sea un capitulo borroso de tu
vida. Pero con qué palabra titulamos a la vida, si aun cuando esta tiene errores
es perfecta; así sea necesario caer, y aprender
del polvo que queda grabada en nuestra alma, sacudirse y nuevamente caminar,
siempre será una opción”
Hoy le hice un
marco a todos los momentos que el destino permitió que terminaran con algo más
que un hasta luego, hice de cada segundo apasionado una eterna primavera en mi
corazón; aunque algunas veces es cuestión de tan solo recordar, hay otras donde
morir pensando en cada momento contigo es lo que más quisiera en la vida. Es
indiscutiblemente sublime y extraño sentirse como un niño, actuar como un
adolescente y pensar como un adulto, cuando te digo Te Quiero; y por más que
estas ya sean etapas pasadas de nuestras vidas; solo hay una sola cosa que lo puede
todo, el Amor.
Contigo aprendí
a impregnarle más hojas en blanco al diccionario de mi vida, aprendí que el
Amor es una cosa que no necesariamente te hace gritar Te amo, aprendí que mas
allá de tener una bocina en el corazón que suspira amor, se debe tener un
corazón en la mano que nos enseñe a demostrar ese extraño sentir. Aprendí a
demostrar con una mirada, todo el nerviosismo, toda la emoción, todo el
sentimiento que puede caber en un corazón; aprendí a saber esperar a que el
reloj de las 10 de la noche, donde hacemos de nuestras sonrisas, de nuestras
palabras y de nuestro sentir, una cita con lo inimaginable. Aprendí que cuando
dos corazones laten al mismo tiempo, no existen semáforos, no existen calles,
no existe nada que los detenga, mas solo el ritmo que nos impulsa a sonreír, a
darte un abrazo o hasta robarte un beso.
Y que cosas más
hermosas le puedo pedir a la vida, si a tu lado encontré el complemento de la
mía. A quien puedo juzgarle por mis desvaríos, mis tristezas o agonías; si por
el otro lado de mis emociones te juzgo a ti por tanta felicidad, tanta química
y tanta alegría. Que mas le puedo inventar al reflejo de tus ojos, donde pueda
describir que mi corazón no solo late por ti, si no que también podría dejar de
hacerlo si lo quisieras. Es que contigo aprendí, que para ser una mejor persona
es necesario equivocarse y aprender bajo la lluvia, que esperar sentado a que
pase la tormenta.
“Y así con mis
virtudes y defectos, con cada neurona puesta en ti y con tu nombre recorriendo
cada espacio de mi cuerpo, sonrojo en este texto lo que cada suspiro dicta, lo
que cada latido pacta y lo que cada sonrisa y mirada causa en mi.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario